Genealogía de la Multitud

Original publicado en blog de #masacritica el día 23/05/2010.

Levithan de Hobbes VS Multitud de Spinoza

En esta ruta que vamos a ir trazando para acercarnos y analizar las diferentes formas de entender la capacidad, actitud y potencia de la masa decidimos empezar la primera sesión de #masacritica en el NOW haciendo un breve glosario. Durante esta sesión, desplegamos tres conceptos que se enmarcan en tres genealogías diferentes: la multitud, la cultura de masas y la inteligencia colectiva. Estos tres conceptos, por momentos se cruzan articulando nociones complejas respecto a qué es y cómo se articula la masa. Sobre si la masa tiene o no capacidad de agencia política, sobre si la masa puede ser gobernada o superar tácticas de gobierno, sobre si la masa puede comportarse como un sujeto inteligente o ser pasto de arquitecturas jerarquizadas que la adocenan, sobre si la producción colectiva propone modelos diferentes o se reproduce modelos hegemónicos. El objetivo era pasearnos por todas estas ambivalencias como primera toma de posición y llenar la mesa de trabajo de reflexiones que ya se han hecho -y siguen en marcha-y que nos sirven como pistoletazo de salida. Vamos a introducir estos tres conceptos en diferentes entradas en esta web acompañadas por los vídeos de la sesión del NOW y las diapositivas que acompañaron a nuestras intervenciones . Empezamos pues, por la multitud:

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Multitud

“Multitud significa «muchos», pluralidad, conjunto de singularidades que actúan concertadamente en la esfera pública sin confiarse a ese «monopolio de la decisión política» que es el Estado —a diferencia del «pueblo», que converge en el Estado. Los «muchos» son, hoy los trabajadores postfordistas”

Paolo Virno, Gramática de la Multitud. 2003

El desarrollo conceptual y político del concepto multitud en su versión contemporánea, lo han elaborado autores post-autonomistas (ver autonomismo en wikipedia) como Paolo Virno o Toni Negri. Si bien incluso en este núcleo hay matices en la manera de acercarse al concepto multitud, sí hay unanimidad en entenderlo como una forma de resistencia a la figura monolítica del Estado-Nación. La multitud cuestiona al Estado única identidad legítima para representar políticamente una colectividad.

En el libro “Gramática de la multitud”, Paolo Virno explora las posibilidades de encontrar en el concepto multitud una forma de componer políticamente el resurgir del General Intellect que, ahora, acontece más allá de los muros de la fábrica fordista. En el actual paradigma, donde el conocimiento ha pasado de ser elemento anexo a la producción a instalarse en el centro mismo de este proceso, el saber colectivo es un recurso de la multitud cuyo potencial es inmensurable. El Posfordismo es para Virno un momento en el que la articulación entre lenguaje y trabajo es clave para entender las configuraciones políticas que pueden emerger de abajo a arriba. Ese proceso productivo tiene como «materia prima» el saber, la información, la cultura, la relaciones sociales, es decir, todo aquello que vehicula el lenguaje. Esa ampliación del valor del lenguaje lo sitúa en un lugar clave tanto para su captura como para convertirse en herramienta básica de la multitud (esta misma fijación por el lenguaje como centro de la nueva configuración socioeconómica y política es también eje central del libro “el sitio de los calcetines” del economista Christian Marazzi).Así pues, la multitud se usa tanto para describir cierta forma de composición política, y forma parte de un léxico que analiza críticamente la globalización bajo el marco del capitalismo cognitivo. Esta necesidad de análisis crítico marca la agenda de diferentes autores del post-autonomismo que encuentran en la multitud el concepto para explicar las nuevas configuraciones políticas que se dan en la esfera pública.

Virno, considera que la multitud es un fenómeno alejado de las “masas”, ya que éstas se presentan como un sujeto colectivo manipulable, que baila al son de los diferentes dispositivos que la gobiernan y controlan (el Estado, los medios de comunicación de masas, etc.). La multitud traza su genealogía enfrentándose a la noción de pueblo y “si existe multitud, no hay pueblo; si existe pueblo, no hay multitud” (Virno, 2003).

Este enfrentamiento pueblo vs multitud responde a la necesidad desde la filosofía política de encontrar el término (y tradición) opuesto para trazar otra realidad política posible. Desde este relato, Virno traslada a la actualidad el enfrentamiento entre Baruch Spinoza (Tratado teológico-político) y Thomas Hobbes (Leviatán) en lo que él entiende es un nuevo resurgir contra el poder constituido -el Estado- a través de un proceso constituyente -la multitud-

Virno actualiza esa disputa pueblo/multitud del siglo XVII para definir o, más bien, recuperar categorías teórico-filosóficas que permitan pensar los procesos del presente. Lejos de otras categorías políticas que naturalizan la verticalidad y que reifican la figura del líder, la multitud tiene la capacidad de autorganizarse, de tener efecto sobre la esfera pública sin converger en uno, manteniendo las singularidades que la configuran. La multitud tiene efecto político prescindiendo de un poder soberano que la dirija. Se recupera de nuevo la figura de Spinoza, que ya fue rescatado por Gilles Deleuze quien centró parte de su trabajo a este autor, para quien la multitud era la base de las libertades civiles.El acercamiento al concepto multitud es muy similar en el caso de Toni Negri, como vemos en esta cita del texto “Por una definición ontológica de la multitud”:

Sabemos cómo se ha formado el concepto de pueblo en la tradición hegemónica de la modernidad. Cada uno de su lado, cada uno a su manera, Hobbes, Rousseau y Hegel han producido el concepto de pueblo a partir de la trascendencia del soberano (…). Sobre esta base, el pensamiento moderno opera de una manera doble: de un lado abstrae la multiplicidad de las singularidades y la unifica trascendentalmente bajo el concepto de pueblo; de otra parte disuelve el conjunto de las singularidades (que constituyen la multitud) para hacer una masa de individuos” (Negri, 2002)

Una de las ideas clave que resalta Negri es cómo la multitud se distancia tanto del Estado como de la masa, entendiendo a ambas categorías como una manera de codificar -y por ello gobernar- el potencial de la inteligencia colectiva.

Los fenómenos históricos que suelen ilustrar esta noción de multitud se remontan al mayo del 68, donde alianzas entre grupos de estudiantes, sindicatos y diferentes minorías sociales constituían una voz “desclasificada” y, por ello con nueva capacidad política. En el libro “Las verdades nómadas, General Intellect, poder constituyente, comunismoFélix Guattari y Toni Negri hablan sobre cómo a partir del 68 surgen movimientos colectivos singulares al margen de la representación política de la izquierda tradicional. Estos levantamientos serían el pasado inmediato de fenómenos como los acontecidos en las contracumbres de Seatle o Génova del movimiento antiglobalización. Estas acciones masivas se levantan contra la lógica neoliberal y responden a la incapacidad de la izquierda tradicional para resituarse. Es así como la multitud desterritorializa su acción, proponiendo otra lógica que asume el desgaste de las políticas de representación, haciendo buenas las sospechas de Carl Schmitt -el controvertido jurista alemán- cuando ya en los 70s, en su libro “el concepto de lo político” aseguraba con dramatismo:

«La época de la estatalidad está llegando a su fin […]. El Estado como modelo de unidad política, el Estado como titular del más extraordinario de todos los monopolios, el monopolio de la decisión política, está por ser destronado»

El trinomio que tanto había defendido Schmitt (Soberano-Estado-Masa) se desvanece en estas configuraciones desatadas por la multitud. Pese a todo, Virno señala que la multitud no es el enésimo “sujeto revolucionario”, sino que es un fenómeno ambivalente, abierto a desarrollos contradictorios. La multitud puede ser parte de la rebelión o convertirse en servidumbre, ser esfera pública no estatal o la base de masas de gobiernos autoritarios. De la capacidad de la propia multitud depende no verse convertida en masa.

Entre las diversas críticas que ha recibido esta concepción de la multitud -que también ponen en crisis el rigor de su genealogía- destacamos la del sociólogo italiano Maurizio Lazzarato, que echa a faltar varios grados de complejidad para superar la dualidad Poder vs Antagonismo presente en la multitud. Lazzarato busca acercarse a ese análisis más amplio a través de autores como Gabriel Tarde o Foucault en su libro “Por una política menor”, superando la dialéctica entre lo individual y lo colectivo como única vía para entender la constitución de lo común. Pero nos sumergiremos en estas ideas más adelante, cuando revisemos nociones como la “mente grupal” de Tarde o la “Teoría del actor red” de Bruno Latour.

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